Un especialista de Rizobacter explica cómo evitar pérdidas en los campos a través de la correcta gestión de las malezas. La desecación es una práctica bastante común en los grandes campos de cultivo. Es un procedimiento crucial para prevenir el crecimiento de malezas, que afectan el desarrollo de los cultivos, principalmente por su capacidad de competencia y de ocupar el espacio de otras plantas. Cuando se realiza en el momento adecuado, además de controlar las malezas no deseadas, la desecación proporciona una mayor eficiencia en el uso de insecticidas, ya que reduce las poblaciones de plagas que viven entre las plantas no deseadas. "Estas malezas compiten con los cultivos, por lo que el productor no debe dejar de desecar en el momento correcto y debe tener en cuenta la importancia del uso de productos de calidad, con un alto rendimiento. Por ejemplo, un metro cuadrado de yerba en medio de un campo de soja puede reducir la productividad hasta en un 14%, lo que representa una pérdida considerable para el agricultor", explica Rafael Liu Stellato, Gerente de Productos Adyuvantes de Rizobacter, una empresa líder en microbiología agrícola con una sólida presencia en el mercado de tecnología de aplicación. Según el experto, el productor debe considerar el Manejo Integrado de Malezas, donde la desecación juega un papel importante en este contexto, cuya función es eliminar las malezas, tanto en el período previo a la siembra como durante el desarrollo de los cultivos. Según él, el productor debe buscar aceites de calidad que permitan a los herbicidas expresar el máximo rendimiento. "Junto con el herbicida, es importante usar un buen aceite premium, que garantizará una aplicación más eficiente mediante una mejor emulsión de la mezcla, un mejor control de la evaporación de las gotas, menos deriva, lo que proporciona una mayor cobertura y penetración del defensivo en las plantas que deben eliminarse. Esto hace que el procedimiento sea más ágil y la desecación más efectiva", explica. Además del aceite, en algunos casos, el productor también puede utilizar una solución adyuvante. "Algunos herbicidas requieren una mayor cobertura sobre la maleza. En este caso, algunos adyuvantes tienen la capacidad de reducir la tensión superficial del líquido, aumentando la dispersión de las gotas, lo que a su vez aumenta la cobertura de la aplicación. Es decir, cuando se mezcla con el aceite premium y el herbicida, tienen la función de esparcir el producto en las hojas de las malezas, potenciando el efecto de la aplicación y mejorando el rendimiento del herbicida", dice Stellato. "Hay adyuvantes que tienen otras funciones, como limpiar el tanque de pulverización, evitar la formación de espuma, corregir la dureza del agua, entre otras. Por eso, es importante que el productor busque el producto correcto, específico para cada situación", agrega. Rizobacter cuenta con la línea de aceites premium: Rizospray Extremo y Rizospray Integrum, además de Silwet AG y Rizospray Siliconado, adyuvantes superdispersantes para aplicaciones agrícolas que requieren el máximo rendimiento y eficiencia. Se recomienda para el uso de fungicidas, insecticidas, herbicidas, fertilizantes y reguladores de crecimiento. Ambos se pueden utilizar en todos los cultivos.